

Aquí hay varias imágenes que logré rescatar de
Facebook, la primera es muy
significativa por que me muestra justo en el camino que conducía a la
chacra, donde teníamos cultivos de hortalizas como zanahorias, papas, repollos, coliflores, lechugas.
Ibamos todas las tardes junto a Alfredo
Marangunic, un excelente y recordado amigo,
Antuco Gonzalez Jacsic, el cual siempre contaba historias simpáticas y para la risa, Petaca
Ruiz que después se fue a
Chillán, bueno y yo. A veces llegaron otros, pero a los cuatro nos llamaban "los de la
chacra". Bueno lo
pasábamos superbien tomando café y contando anécdotas como cuando el Alfredo nos contó como le pusieron título a su tesis de grado de veterinaria, que versaba sobre las ballenas y que fue tomando cerveza en un
restaurant de moda de esa época en la Alameda (que no me acuerdo el nombre en este momento), parece que era El Coppelia, no era Il Bosco. Y cuando el
Antuco contó como casi matan a su abuela cuando iban en un barco de turismo y el con su hermano Carlos subieron a bordo, sin saberlo ella, y apareció la cabeza de
Antuco por la
claraboya del camarote y lo ve la abuela y se desmayó, tuvieron que socorrerla. Yo no contaba historias las escuchaba para
narrarlas ahora. Siempre
ibamos con un soldado que nos vigilaba entre comillas y que
invitábamos a tomar café. El trabajo que hacíamos en la chacra era mantener los cultivos limpios y tomar café con pan tostado que lo hacíamos en una especie de quincho que tenía asientos y ahí nos entreteniamos, era como un picnic largo. Ahì veiamos a las gaviotas, cormoranes, y a los numerosos Caiquenes que nos empezaron a comer los repollos y por eso poniamos tiras para que se asustaran, pero tampoco eran plagas. Una vez llevamos al Sr. Edmundo Casanova que era un profesor del Industrial y además escultor y que tenía sus buenos años, quedó encantado más que nada por una gran coliflor que se veía muy bonita. Posteriormente yo la coseché y se la llevé de regalo. Quedó feliz.